Históricamente, la dieta cetogénica se utilizó para disminuir los ataques de epilepsia en niños. En la última década, varios artículos científicos apuntan a que además la dieta sirve como tratamiento alternativo para la diabetes, las enfermedades de Parkinson y Alzheimer, la reducción de riesgo de cáncer, y un aumento de la longevidad.

El objetivo principal de la dieta cetogénica es inducir al organismo a un estado constante de cetosis metabólica. Nuestro metabolismo tiene como finalidad obtener energía para su funcionamiento, los nutrientes que obtenemos de los alimentos son la base para que nuestro cuerpo pueda obtener energía y son distintas las vías o rutas para obtenerla, la principal es la vía de los hidratos de carbono y la que buscamos conseguir por medio de la dieta keto es la ruta de la cetogénesis, esta consiste en generar cuerpos cetónicos que a su vez generarán energía a partir de los ácidos grasos. El cuerpo tarda entre 2 y 7 días en entrar en cetosis, el tiempo varía según el tipo de cuerpo, los niveles de actividad y qué tan restrictiva sea tu dieta.

Para fines prácticos la dieta cetogénica o Keto por su forma abreviada, es un plan de alimentación bajo en hidratos de carbono y rico en grasas, siempre buscando que estas grasas sean de buena calidad. La dieta Keto no es como se tiene pensado, una dieta alta en proteínas, ya que el hecho de que el aporte de proteínas sea alto podría evitar que se genere cetosis. Con un aporte alto de grasas de buena calidad en la dieta es decir grasas insaturadas y poliinsaturadas el cuerpo se vuelve muy eficiente y consigue convertir la grasa en energía.